CALENDARIO POLAQUERO

Bloqueos, Triquis MULT-1

Por: Juan López Borkz

Afortunadamente, después de tres días – y muchos años atrás de corrupción de líderes y contubernios con autoridades gubernamentales- se dio cauce al bloqueo en la carretera federal, a la altura del crucero de Hacienda Blanca en lo que es entrada y salida de la fluidez vehicular con otras entidades federativas.

Los millones de pesos que han generado administraciones oficiales diversas, eran «las soluciones temporales», unos generaban el problema, y otros «lo solucionaban» y finalmente, todos ganaban abultar sus carteras monetarias.

En esta ocasión, las cosas estuvieron a punto de salirse de control, luego de kilómetros de vehículos retenidos y con su mercancía y productos, los perecederos, echándose a perder, como sucedió con tráileres y sus cargas de cerdos, y pollos, que además, su descomposición, genera focos de peligrosa contaminación bacterial, -y en las actuales circunstancias de pandemia, peor aún.

El aviso de advertencia empezó a surgir de diversas voces de los pueblos aledaños a la vía federal, y afectados en primera y segunda instancia: acudir, como pueblos al desalojo, ante la impotencia y los esfuerzos de las autoridades gubernamentales por una solución pacífica.

Los límites estaban rebasados y la afectación a la población civil y el comercio establecido y el sector del transporte público federal y particulares, iba creciendo.

Las fuerzas del orden, federal y estatal, hicieron su aparición, instalando mallas de protección a los manifestantes triquis del MULT-1, cuya cobardía, envían al frente, a sus mujeres como escudo de protección e impunidad.

Solo restaba el uso de la fuerza pública, como establece la Constitución, como último recurso, sin embargo, la prudencia se agotaba, para evitar, acaso, que se repitieran casos como Nochixtlan, como el desalojo de otras acciones similares, que luego son justificables a modo por grupos profesionales, con razón o sin ella.-Y se dió el primer disparo de arma de fuego.

Las sombras de la noche, empezarían a complicar el panorama, con un lesionado en un brazo y otra persona lesionada.

El pueblo, las masas una vez «desatadas», surge la violencia incontenible, y no hay culpables, pues tod@s obedecen a una misma causa de reacción colectiva, ante la incapacidad, omisión oficial, o empecinamiento de alguna de las partes en conflicto y la multicidad de leyes a modo, que parecieran favorecer actos delincuenciales, calificandolos de «politicos y derechos humanos», relegando la autoridad de la norma jurídica del Derecho, como estructura social, garante.

Es obvio que hay intereses partidistas y de todo tipo pero antes que ello, está la demanda del bien común, por sobre todo.

Este día jueves, toneladas de productos de frutas, legumbres y perecederos, arriban a Oaxaca de otras entidades para satisfacer la demanda de los hogares oaxaqueños, ante la improductividad del agro oaxaqueño, en gran escala.

Así, los propios pueblos, tienen su sabiduría ancestral de la prudencia y el límite, pero también saben que el pueblo lleva su propia justicia, cuando las normas son rebasadas.

Afortunadamente la coordinación de las fuerzas del orden, Guardia Nacional, Seguridad Pública Estatal y el seguimiento puntual del Gobierno a través de la SEGEGO, se ha establecido el programa de acción para que los triquis en el MULT-1, regresen a Tierra Blanca, de dónde se originaron estos severos conflictos de liderazgos por el poder y la supremacía regional, y cuyos liderazgos son de sobra conocidos, así como sus tendencias.

Ya no hay, ni debe haber, espacio para más componendas en lo oscurito, como antaño;ahora, las cosas como son, porque puede haber muchas leyes humanitarias y de nivel internacional, que tienen la dimensión de otras latitudes y bienvenidas, más sin embargo, en Oaxaca, permanece secuestrado, o como rehén, un Gobierno, por tanta medida cautelar sin fin ni termino alguno, y mismas medidas se derogan a si mismas, cuando las actitudes de agresión a derechos humanos de terceros -como lo es el pueblo de Oaxaca- se manifiestan en alterar el orden social.

Hay que decirlo, el gobierno federal y estatal, comprometidos en aportar lo que la Ley les faculta; revueltas y conflictos internos entre las etnias belicosas, tendrán que responder, tarde que temprano, al orden jurídico constitucional./

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